Bereshit: la reconstrucció de Barcelona i altres mons
Enric H. March

dimarts, 23 d’abril del 2013

Castilla

Primera edición de Campos de Castilla (1912),
de Antonio Machado

...pedir al rey nuestro señor tenga por bien se hagan arcas de tesoro en las Comunidades en que se guarden las rentas destos reynos para defendellos e acrecentarlos e desenpeñarlos, que no es razón Su Cesárea Majestad gaste las rentas destos reynos en las de otros señoríos que tiene...
Archivo General de Simancas,
Estado, leg. 16, fol. 416


Por esas extrañas coincidencias por las que nos lleva la historia (a veces erróneamente, como la de creer que Cervantes y Shakespeare murieron el 23 de abril de 1616 cuando en realidad el primero lo hizo el 22 y el segundo el 3 de mayo, una vez sincronizados los calendarios gregoriano y juliano vigentes en sus respectivos reinos), en 23 de abril sí que se corresponden las celebraciones del santo patrón de Cataluña, Sant Jordi fiesta que el talante profano reserva hoy a los libros y a las rosas, y la fecha en que Castilla y Aragón celebran su Día Nacional.

Buscando más azarosas coincidencias, tanto Castilla como Cataluña celebran esta efemérides con una derrota. Los catalanes, ante Felipe V (1714); los castellanos, ante Carlos I (1521). En la revuelta de las Comunidades de Castilla, los nobles castellanos y las capas populares, capitaneadas por Padilla, Bravo y Maldonado (una de esas series de nombres que nos aprendíamos de corrido cuando en la escuela se hacía uso de la memoria); héroes que sucumbieron en Villalar (hoy de los Comuneros) a las tropas imperiales de aquel Carlos I de España y V de Alemania, hijo de la loca Juana y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico; aquel rey contra quien se lamentaban los pasquines que proclamaban:

“Tú, tierra de Castilla, muy desgraciada y maldita eres al sufrir que un tan noble reino como eres, sea gobernado por quienes no te tienen amor”.

La historia, que es caprichosa, ha querido que aquella causa fuera lucha por la libertad y sus héroes mártires del absolutismo. Desde Juan Martín Díez, El Empecinado (que en 1821 promocionó el III Centenario de la batalla de Villalar) y la interpretación romántica y liberal finisecular, hasta la musicalización del romance Los Comuneros (1972), escrito por el poeta leonés Luis López Álvarez, que el grupo segoviano Nuevo Mester de Juglaría realizó durante aquella Transición en la que vendimos nuestra alma al diablo, la causa comunera se ha convertido en sinónimo de los valores que luchan contra el poder que el nacionalcatolicismo instauró con su visión de la España imperial, de yugos y flechas, de flechas y pelayos, que, sin solución de continuidad, tomaba carrerilla desde Viriato, el “invicto caudillo lusitano” que ya alimentaba las raíces del solar patrio.

En todo caso, la celebración de esa derrota (y en este país las derrotas las llevamos a cuestas siempre los mismos) es la excusa perfecta para pagar una deuda que un servidor y este blog tienen pendiente desde hace unos años.

Por razones que en este caso la razón sí entiende, Bereshit es seguido por blogueros de esa Castilla que en Villalar de los Comuneros (pero también en los frentes de Madrid y del Ebro en tiempos más recientes) perdieron la posibilidad de construir una España más justa en la que Campos de Castilla (por poner sólo un ejemplo de profunda reflexión: "Castilla miserable, ayer dominadora, / envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora.") sustituyera la cruz y la espada. Don Quijote, en su locura, sabía que no eran molinos.

Es posible que algunos no sean proclives a las celebraciones; o que lo comunero les suene a añejo. Tanto da: tomémoslo como una metáfora. Esta es una ocasión como cualquier otra, y hacia vosotros va mi gratitud, no por leer esta humilde bitácora, sino por romper fronteras y tópicos lingüísticos y por redimir con vuestra voz un sufrimiento que desde la periferia a veces se ignora cuando el tópico convierte en erial esa Meseta donde resuenan los versos de Teresa de Ávila y de Juan de la Cruz, ecos de jarchas y lamentos de conversos y pícaros, entre muros de castillos y conventos, entre aperos de labriegos, entre encinares y un ciprés, “flecha de fe, saeta de esperanza”.

Y al día siguiente, tras la derrota comunera, el Doctor Cornejo, el Licenciado Garci Fernández y el Licenciado Salmerón sentenciaban:

“En Villalar á veinte é cuatro dias del mes de Abril de mil é quinientos é veinte é un años, el señor alcalde Cornejo, por ante mi, Luis Madera, escribano, recibió juramento en forma debida de derecho de Juan de Padilla, el cual fué preguntado si ha seido capitán de las Comunidades, é si ha estado en Torre de Lobaton peleando con los gobernadores de estos reinos contra el servicio de SS. MM., dijo que es verdad que ha seido capitán de la gente de Toledo, é que ha estado en Torre de Lobaton con las gentes de las comunidades, é que ha peleado contra el condestable é almirante de Castilla, gobernadores de estos reinos, é que fué á prender á los del Consejo é alcaldes de sus Magestades. Lo mismo confesaron Juan Bravo é Francisco Maldonado haber seido capitanes de la gente de Segovia é Salamanca. Este dicho dia los señores alcaldes Cornejo é Salmerón é Alcalá dijeron que declaraban é declararon á Juan de Padilla, é Juan Bravo, é á Francisco Maldonado por culpantes en haber seido traidores de la corona Real, de estos reinos, y en penas de su maleficio dijeron: que los condenaban é condenaron á pena de muerte natural, é á confiscación de sus bienes é oficios para la cámara de sus Magestades, como á traidores”

Archivo de Simancas, Comunidades de Castilla, núm. 6

Mil quinientos veintiuno,
en abril para más señas,
en Villalar ajustician
quienes justician pidieran.
¡Malditos sean aquellos
que firmaron la sentencia!
¡Malditos todos aquellos
los que ajusticiar quisieran
al que luchó por el pueblo
y perdió tan justa guerra!
Desde entonces ya Castilla
no se ha vuelto a levantar,
en manos de rey bastardo
o de regente falaz,
siempre añorando una junta
o esperando un capitán.
Quién sabe si las cigüeñas
han de volver por San Blas,
si las heladas de marzo
los brotes se han de llevar,
si las llamas comuneras
otra vez crepitarán.
Cuanto más vieja la yesca
más fácil se prenderá,
cuanto más vieja la yesca
y más duro el pedernal,
si los pinares ardieron,
aún nos queda el encinar.

“Canto de esperanza”, Los comuneros (1972),
de Luis López Álvarez

29 comentaris :

  1. De tota manera la historia dels Comuneros també demana debat a fons, no és tan senzill i menys quan s'ha mitificat com tantes coses, entre les quals l'11 de setembre i la resta.

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    1. Cert, Júlia, totes estan mitificades, i la dels Comuneros és una història a revisar, però parlar d'ells m'anava bé per dir el que volia dir.

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  2. Seguro que muchos, aun sin haber leído a Machado, comprenden bien estos versos:

    "Castilla miserable, ayer dominadora,
    envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora".

    Saludos (amb salut i llibertat).
    JL


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    1. Seguro que los comprenden, José Luis. Y muchos castellanos son conscientes de ello, como apunta más abajo en su comentario Juan de Mairena.

      Sé cuán dure eres (somos) ante actitudes como esa, pero me apetecía romper una lanza por esa Castilla que se siente abandonada desde hace siglos. Tú, que vives allá por el centro de la Meseta y tienes una mirada forjada en la migración continuada y que esperas los papeles de adopción de Barcelona, supongo que tendrás experiencias de primera mano de esa otra Castilla.

      Salut i llibertat. El resto viene solo.

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  3. Padilla, Bravo y Maldonado, debe de ser de las pocas lecciones que recuerdo y ya de cría me parecían unos personajes muy románticos e interesantes, gracias por traerlos hoy aquí.

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  4. Y que bonita la tapa de Campos de Castilla. Me encanta

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    1. Es preciosa, Pombolita!

      Y por lo que respecta a Padilla, Bravo y Maldonado, pasa lo que con tantas otras listas de personajes históricos, que si no los aborrecimos han terminado por dejar ese regusto romántico que mencionas.

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  5. La Història ha de ser escrita amb sang, com la Bíblia. Si no és així, no ens la creiem. Necessitem que ens espantin i així ens tornem creients dòcils. Però l'ovella també va a l'escorxador, compte, no sigem ingenus. És igual qui mani.

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    1. Això sempre, Olga. La ingenuïtat ens despulla. I segurament tens raó; ens hem acostumat tant als màrtirs que la història no és bona si algú no s'hi ha deixat la pell.

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  6. Nunca me atrajo la historia de los Comuneros, por más que la cassette del NMT sonase en el coche familiar en viajes largos. Bravo, Padilla y Maldonado me sonaban más a delantera de una alineación de un Valladolid de los años 50. La calle Padilla y sus compañeras de nomenclator (Castillejos, Dos de mayo, Bailen...) quedaban lejos de mi Eixample, significativamente delimitado de Llançà (o Lancia) a Llúria (o Lauria).

    Aunque entiendo la reivindicación que de ellos se hace y que clavas, Enric.

    Si que me llama la atención una interpretación que leí al cabo del tiempo y que bien resume la entrada del texto: "...pedir al rey nuestro señor tenga por bien se hagan arcas de tesoro en las Comunidades en que se guarden las rentas destos reynos para defendellos e acrecentarlos e desenpeñarlos, que no es razón Su Cesárea Majestad gaste las rentas destos reynos en las de otros señoríos que tiene..."

    Para mi el Imperio Español del XVI y XVII directamente no existe. Por azares dinásticos la casa de Habsburgo, los Austrias, se encuentran de repente controlando el flujo de metales preciosos de las Américas y lo añaden a lo que esquilman localmente para financiar sus guerras de religión en Europa. Hasta que la paz de Westfalia ponga los cimientos de los estados modernos.

    Y esto lo vieron venir los castellanos fuera de la nobleza que no tenían la oportunidad de medrar en los hechos de armas. Estos fueron los que se rebelaron (al este de Castilla, los distintos fueros impedían recaudar y toda la revuelta de los Segadors no es más que la oposición a la Unión de Armas, es decir, a Olivares pasando el cepillo para las obras de fe militares).

    Y después de esta farragosa introducción, uno lanza la pregunta de qué hubiese sido de una Castilla que sobre la base alimentaria del oceano de trigales generaba el suficiente excedente para construir una clase ilustrada.

    Enric Juliana lo reflexionaba en la imágen de un caballero de aires erasmistas que aparece en el Quijote. El artículo, como mucho de lo que escribe el crack de Badalona merece una lectura.

    http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20120902/54345621167/la-casa-del-verde-gaban-enric-juliana.html

    Passi-ho bé, aquí en Domènec ;)

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    1. Domènec, es difícil responder. Sólo soy capaz de recrearme en la Castilla del Siglo de Oro. Si le añadimos el trigo, algo de erasmismo y quitamos la Santa Inquisición y dejamos a los judíos en su sitio todos nos rendiríamos como vasallos de esa res publica.

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  7. jo que ja pràcticament vaig quedar fora de "cuando en la escuela se hacía uso de la memoria" i no en sé res de "padilla, bravo y maldonado" (potser també a causa d'haver anat a una escola catalana), trobo a faltar que em contessen alguna cosa d'aquelles històries político-amoroses de reis, reines, bastardos, juana la loca... o que em fessen llegir teresa de ávila, juan de la cruz... en aquell moment m'ho vaig perdre, com tampoc vaig aprendre quasi res de la mitologia grega, que vist des de fora, potser en llenguatges diferents, me sembla que podien ser relats plens d'intrigues i reflexions possibles amb algunes semblances que devien amenitzar les classes i la imaginació.

    m'agrada com se't contagia l'entonació i el vocabulari parlant d'estes històries (en plural), com traslladant-te a altres èpoques...

    i el final del poema que transcrius, sobre tot quan tantes vegades sembla que tot acaba sempre ardent: "si los pinares ardieron, aún nos queda el encinar".

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    1. iruna, tinc una relació molt especial amb la llengua castellana. Em transformo quan escric, i el mateix em passa quan faig classe. Hi tinc una relació molt literària.

      Al final ja no sé què mena d'educació és millor. Sí que crec que desenvolupar la memòria és important, i trobo es capta molt l'atenció de l'alumne quan introdueixes el relat en la forma d'ensenyar. Aquelles "històries" de la Història ajudaven a construir el discurs. Llàstima que no t'introduïssin en la lectura dels místics castellans (i els renaixentistes, i el barroc...), però això sempre estàs a temps de recuperar-ho.

      El final del "romance" és magnífic: pura mitificació del valor desprès, encara que es perdi la vida.

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  8. Vagis on vagis els estralls de la Història tenen el mateix caire: igual d'esvaïdes estan les pintades de "Ici c'est pas la France. ÒC!" que les de "¡Castilla comunera!"; i aquestes darreres encara tenen el doble-fons de les de "¡León solo!"

    Expressat el lament, si penso en la vella Castella me'n venen tantes de viscudes al cap (d'Ordunte a Sierra Francia, d'Urbión a Sanabria, amb tota la immensitat d'entremig), que em sento ple de gratitud.

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    1. Girbén, la mateixa gratitud que expresses amb aquest dibuix immens de la Meseta de fronteres agrestes la sento jo per les descripcions literàries, que tu també saps valorar.

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  9. No conec suficientment la història dels comuneros i, per tant, em falta perspectiva per abastar-la amb la profunditat que mereix. Però veient la primera edició de "Campos de Castilla", llegint el teu text (quina prosa que et gastes, també en castellà!) i el del Juliana, enllaçat pel Domènec en el seu comentari tan erudit, on disserta sobre l'erasmisme i la figura del caballero del verde gabán (el verd, color de l'esperança!), m'ha vingut al cap aquest fragment final d'"El mañana efímero":

    [...]
    El vano ayer engendrará un mañana
    vacío y ¡por ventura! pasajero,
    la sombra de un lechuzo tarambana,
    de un sayón con hechuras de bolero,
    el vacuo ayer dará un mañana huero.
    Como la náusea de un borracho ahíto
    de vino malo, un rojo sol corona
    de heces turbias, las cumbres de granito;
    hay un mañana estomagante escrito
    en la tarde pragmática y dulzona.
    Mas otra España nace,
    la España del cincel y de la maza,
    con esa eterna juventud que se hace
    del pasado macizo de la raza.
    Una España implacable y redentora,
    España que alborea
    con un hacha en la mano vengadora,
    España de la rabia y de la idea .

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    1. Sícoris, se'm posen els pèls de punta llegint Machado! Me duele Castilla, amb la mateixa duresa de les paraules del poeta. Dures, però quina potència de paraules. I si llegeixes el comentari de Juan de Mairena, de més avall, el dolor encara és més gran perquè el seu li toca l'ànima.

      Els catalans tenim tendència a la queixa, però oblidem mirant al mar. El castellà que pateix se l'emporta el desconsol. A vegades oblidem que més enllà de l'Ebre hi ha qui pateix en una solitud immensa. I això és injust. Si cal desfer això que se'n diu Espanya vull fer-ho de la mà de tots els que pateixen injustícia. Sona romàntic, però no sé explicar millor el sentiment que m'envaeix.

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  10. Carlos López24 d’abril, 2013

    Sin duda son muchas las voces discordantes con los discursos oficiales sobre la hispanidad. Los medios de comunicación priorizan el enfrentamiento y ocultan otras realidades. La equiparación entre Castilla y España por derechos de conquista no ha hecho ningún bien a la convivencia. Es un problema educacional. No es necesario recurrir al ejemplo histórico de los comuneros (siempre discutido), pero se entiende la metáfora. Podríamos repasar el siglo XIX y sacaríamos la conclusión que Castilla fue quien más sufrió la falta de ilustración.
    Aunque algunas realidades de sus artículos me son lejanas, el espíritu de la letra siempre acompaña.
    Un saludo desde las tierras del Duero.

    Carlos

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    1. Carlos, ese es el espíritu que quería transmitir con el apunte sobre Castilla. Y me alegra profundamente que de mis escritos surja algún detalle que permita conectar con gente como tu.

      Un saludo.

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  11. si, els comuneros, Bravo, Padilla y Maldonado. He llegit que Castella al voltant del 1700 eren més d'un milió d'habitants, mentre que Catalunya només erem uns doscents-mil...

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    1. Aris, no conec les dades demogràfiques, però és possible que fos així. Molts o pocs, van ser abandonats en la misèria, les seves terres en mans de l'alta noblesa... o van ser posats en mans de la religió més obscurantista.

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  12. Nota al marge: una bona visió romàntica dels Comuneros la va fer el pintor alcoià (i director del Prado) Antoni Gisbert:
    http://ca.wikipedia.org/wiki/Fitxer:Comuneros.jpg

    Actualment està al Congrés dels Diputats

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    1. És un quadre magnífic, Pacou. Ara li he posat nom.

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  13. Querido Enric. Mil gracias por citar mis espacios de invención, que dícese ansí de aquellos en los que uno anda dado a la escriptura por mor de que antes mejor escribir que andar perdido, antes mejor rabiar que odiar al vecino (pareado sobre la marcha)

    Tu post es impecable y aunque soy un escéptico de tomo y lomo sobre la Historia, o mejor dígase sobre lo poco que que conocemos de la historia y cómo no podemos ponernos ya en el lugar que fue porque pertenecemos a otras huestes del tiempo, no lo soy eso de escéptico, digo, sobre los motivos que me causan indignación, rechazo y ignorancia.

    Habría mucho que hablar sobre causas perdidas y clases desaparecidas, pero los territorios de esto que se dio y se puede seguir dando en llamar las Españas (y si se llama de cualesquiera otro modo lo mismo me da que me da lo mismo) se vieron sometidos de tal modo a las monarquías imperiales, coloniales y chapuceras, incluido el franquismo que es otra de esas que llegan sin que las nombre ni dios, que nos luce malamente el pelo, y ha procurado de tal manera unos territorios tan desiguales, sometidos a la peor de las antimaneras de progreso que imaginarse uno pueda.

    Dicho de otro modo: la historia de los pueblos, territorios, regiones, espacios o rincones desto que se llama Sefarad (Espriu vive en su amargura y en la nuestra) es de joderse y no aguantarse. Optimista no estoy respecto al futuro, celebro el recuerdo que tienes con Castilla, que sigue siendo tan triste o más que antes, porque ni sabe dónde está ni cómo se encuentra.

    Salud, fuerza y desentrañar los mitos. Un abrazo fuerte, Enric.

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    1. Juan, repito lo que hemos estado hablando en tu blog:

      No me duele tanto el desmoronamiento del sistema, de la clase política y la crisis que conlleva como el discurso que se esgrime a modo de cortina de humo, pero que cala en la gente. La poca cultura democrática de este país se ve cuando oyes repetir en la calle los odios que los desaprensivos sueltan en los medios de comunicación. La única realidad que conoce la gente es la de los voceros.

      Aprecio la referencia que haces a Sefarad, porque de su disolución vienen muchos de nuestros males. La limpieza de sangre destrozó y acabó con el solar que había de permitir que esta tierra no fuera un erial intelectual. Nunca terminaremos de pagar semejante desaguisado.

      Un abrazo muy fuerte también para ti, Juan.

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  14. La cita de Machado que trae a colación José Luis Moreno Ruiz es BÍBLICA:

    "Castilla miserable, ayer dominadora,
    envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora".

    Ni que decir tiene que la visión que muchos castellanos tienen sobre Cataluña, por ejemplo, va en esa línea machadiana.

    Machado VIVE también. Como Espriu.

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    1. Para que no parezca que todas las hostias vinen de fuera, aquí también hemos de entonar un mea culpa: las oligarquías económicas y culturales también están en casa. Y tanto en el cuartel general de Burgos como en la retaguardia se hablaba con acento catalán.

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  15. La història de l'Espanya moderna és paradoxal i seria còmica si no fos, com en realitat és, una tragèdia que fa plorar, i ho és perquè acaba quan tot just ha començat, amb l'expulsió dels jueus primer i dels moriscs després. Però aquesta meva és només una opinió sense valor.

    Millor la del Jaime Gil de Biedma:

    Y qué decir de nuestra madre España,
    este país de todos los demonios
    en donde el mal gobierno, la pobreza
    no son, sin más, pobreza y mal gobierno
    sino un estado místico del hombre,
    la absolución final de nuestra historia?

    De todas las historias de la Historia
    sin duda la más triste es la de España,
    porque termina mal. Como si el hombre,
    harto ya de luchar con sus demonios,
    decidiese encargarles el gobierno
    y la administración de su pobreza.

    Nuestra famosa inmemorial pobreza,
    cuyo origen se pierde en las historias
    que dicen que no es culpa del gobierno
    sino terrible maldición de España,
    triste precio pagado a los demonios
    con hambre y con trabajo de sus hombres.

    A menudo he pensado en esos hombres,
    a menudo he pensado en la pobreza
    de este país de todos los demonios.
    Y a menudo he pensado en otra historia
    distinta y menos simple, en otra España
    en donde sí que importa un mal gobierno.

    Quiero creer que nuestro mal gobierno
    es un vulgar negocio de los hombres
    y no una metafísica, que España
    debe y puede salir de la pobreza,
    que es tiempo aún para cambiar su historia
    antes que se la lleven los demonios.

    Porque quiero creer que no hay demonios.
    Son hombres los que pagan al gobierno,
    los empresarios de la falsa historia,
    son hombres quienes han vendido al hombre,
    los que le han convertido a la pobreza
    y secuestrado la salud de España.

    Pido que España expulse a esos demonios.
    Que la pobreza suba hasta el gobierno.
    Que sea el hombre el dueño de su historia.

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    1. Serà una opinió, Xavier, però una opinió encertada. Magnífic colofó amb Gil de Biedma.

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